martes, 15 de enero de 2013

Diferencia entre un ateo puro y un hombre Zen

Maestro, ¿cuál es la diferencia entre un ateo puro y un hombre zen, respecto a la divinidad?  
Hijo, el ateo no cree en Dios porque responde a la pregunta ¿Por qué? Así, buscando la causa llega a conclusiones que lo hacen no creer, y las defiende. 
El hombre zen no es ateo, es no-teísta, porque responde a la pregunta Para qué?
Así, buscando la práctica llega a la conclusión de que no gana nada con preocuparse de si existe o no Dios, porque en nada cambia su condición su eventual existencia.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Cuán cerca de la Verdad y que lejos la buscamos


Como el agua y el hielo,
Sin agua no hay hielo,
No hay budas fuera de nosotros.
Cuán cerca de la verdad
Y que lejos la buscamos,
Como alguien que en el agua grita:”!tengo sed!
Como el hijo de un rico
Vagando pobre sobre la tierra,
Recorremos sin fin los seis mundos.
La causa de nuestro dolor es la ilusión del ego.
De senda oscura en senda oscura vagamos en la oscuridad.
¿Cómo podemos liberarnos de la rueda del samsara?
La puerta de entrada a la libertad es el samadhi de zazen;
Más allá de la exaltación, más allá de nuestras alabanzas,
El puro mahayana.
Observar los preceptos, el arrepentimiento y la entrega,
Las incontables buenas obras, y la recta manera de vivir,
Todo proviene del zazen.
Por ello, un verdadero samadhi extingue el mal;
Purifica el karma, disuelve los obstáculos.
¿Dónde están, pues, los oscuros senderos que nos pierden?
La tierra pura del loto no esta lejos.
Escuchar esta verdad con el corazón humilde y agradecido,
Alabarla y abrazarla, practicar su sabiduría,
Conlleva bendiciones sin fin, montañas de mérito.
Pero si miramos nuestro interior y comprobamos
Nuestra verdadera naturaleza
-ese verdadero yo que es no-yo-,
Nuestro verdadero yo es no-yo,
Entonces trascendemos el ego y las palabras inteligentes.
Entonces la puerta de la unidad de causa y efecto
Se abre de par en par.
No dos, y tampoco tres, recto frente a nosotros se extiende el camino.
Nuestra forma ahora siendo no-forma,
Al ir y al volver nunca abandonamos el hogar.
Nuestro pensamiento siendo ahora no-pensamiento,
Nuestras danzas y cantos son la voz del dharma.
¡Cuán vasto es el cielo del ilimitado samadhi!
¡Cuán brillante y transparente la luz de la luna de la sabiduría!
¿Qué hay fuera de nosotros, de que carecemos?
El nirvana se muestra claramente ante nuestros ojos.
Esta tierra en la que estamos es la tierra pura del loto.
Y este cuerpo es el cuerpo de buda.

Hakuin (1686-1768)

viernes, 4 de mayo de 2012

Tu Eres el Mar

Tairo, un estudiante zen, se dirigió a su maestro en tono convencido:


—El resplandor del Buda ilumina el universo entero.


—Esa frase no es tuya, Tairo. Tú no piensas; solo recitas.


—Maestro —protestó el estudiante—, me alimento de los textos sagrados, leo sin reposo a los grandes autores del pasado, nunca ceso en mi búsqueda de la verdad del Buda…


—Te pareces a un pececito que pregunta en todas partes dónde está el mar… —le dijo el anciano sonriendo.


—¿Qué quieres decir, maestro?


—Tú naciste en el mar, tú vives en el mar, tú morirás en el mar. No busques más, Tairo… ¡Tú eres el mar!

miércoles, 15 de febrero de 2012

Yo Quiero Felicidad

Un hombre le dijo a Buda "Yo quiero felicidad".
Buda le contestó: primero retira el "yo" esto es el ego.
Después remueve "quiero" porque es el deseo.
Ahora solo tienes "Felicidad".

domingo, 12 de febrero de 2012

Suavizar la Mente Requiere Dos pasos

Suavizar la mente requiere dos pasos. El primero, estar atentamente consciente de lo que predomine. Ésta es la directriz esencial en toda la meditación del conocimiento intuitivo. Así pues, el primer paso es simplemente ver, abrirse.

El segundo paso es darse cuenta de cómo te estás relacionando con lo que aparece. Con frecuencia podemos estar con la apariencia que surge, pero lo estamos de un modo reactivo.

Si ésta nos gusta, tendemos a aferrarnos a ella; nos apegamos. Si no nos gusta, porque nos resulta de algún modo dolorosa, tendemos a contraernos y a apartarla, por temor, irritación o enfado. Ambas respuestas son justamente lo contrario de la aceptación.

Joseph Goldstein.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Cuando Tengo Hambre, Como; Cuando Tengo Sueño, Duermo


- Maestro, ¿qué haces tú para estar en el camino verdadero?.
- Cuando tengo hambre, como; cuando tengo sueño, duermo.
- Pero esas cosas las hace todo el mundo.
- No es cierto. Cuando los demás comen piensan en mil cosas a la vez. Cuando duermen, sueñan con mil cosas a la vez. Por eso yo me diferencio de los demás y estoy en el camino verdadero.